Los castores canadienses (castor canadensis) cumplen una función ecológica muy importante en Canadá. Generan y mejoran espacios narturales donde otras especies son capaces de vivir. Sin ellos, la configuración paisajística cambia enormemente. Perseguidos por comerciantes hasta la extenuación de su raza, fueron cazados por la calidad de sus pieles.
Comerciantes escoceses e ingleses pagaban tanto por sus pieles que los tramperos se aventuraban cada vez más adentro del territorio inexplorado y así nació lo que hoy conocemos como Canadá. En 1975 el Gobierno de Canadá decidió nombrarlo "símbolo de la soberanía canadiense" por tamaño sufrimiento sufrido por la especie en el pasado y por haber sido el hacedor de la Nación aunque fuera de forma inconsciente.
Hoy les homenajeo yo con este reportaje de educación ambiental, grabado al vuelo un día en bici por Vancouver camino al gran parque de Stanley Park, al Noroeste de la ciudad.
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AGRADECIMIENTOS
Gracias a Daniel Román Semadeni, nuestro trampero y para mi el mejor recreacionista de España. Un buen amigo de todo aquel que tenga iniciativas culturales y una mejor persona. ¡Da gusto con él! Gracias a Laura Ramos, la chica más guapa de Vancouver importada desde Santander. Por ser nuestros ojos en las tiendas de suvenires Canadienses y por tener un corazón de primera clase. Qué ganas tiene Cantabria de que vuelva a casa.
Gracias especiales a Beñat Vinatea, un gran amigo de la infancia, que me ayudó a embarcarme en la aventura de Norteamérica, que nos enseñó que es anticonstitucional que un profesor castigue a toda una clase sin recreos hasta que aparezca el culpable de algo y que siempre me está apoyando desde la sombra. Ya lo dijo Lenin; Пролетарии всех стран, соединяйтесь!